sospechaba el afecto en cada nota sostenida
y mi ineficacia solapada en una carcajada austera.
Yo no sé de amores
y no entiendo
de dolores ni culpas,
sólo transcribo el ardor
que me faltó al principio
y en esta búsqueda
guardo el hilo en mis manos
mientras ato mi boca al poste
en este laberinto.
El cíclope ríe macabro y me consuela: es tarde nena, muy tarde
El cíclope ríe macabro y me consuela: es tarde nena, muy tarde
No hay comentarios:
Publicar un comentario