ellos me besan
como si fuese de papel
y me estrujan
con sus huesos
azulados
no saben disculparse
mientras caigo
magnífica
mujer
entre sus brazos
me desvisten ante la pálida
luz
del velador
como un caramelo
me consumo
imperfecta
ante el
calor
de sus lenguas
y esto que yo no puedo explicar
esta dicho
pristína mirada
y una blanca docilidad
ellos sonríen
hasta perderse
lentamente
en el dulzor
del licor
y su
mirada
se endurece
mis manos
los han
transformado
en barquitos
de papel
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