martes

Reventar es también la expresión misma del asombro de creer

la flashié una vez
y me sentí con muchos años menos
y quise mucho ser 
más grande
y aunque nunca fue ni va a ser

ese proyecto
me educó acerca
de palabras que jamás
hubiese imaginado
y jamás hubiese leído

 me enseñó
de un yo poético erótico
siniestro

me enseñó 
del tango como búsqueda metafísica
de la literatura y la vida

me enseñó
del engaño
del discurso y la palabra

y de la traducción errónea
y de las mil y un imágenes
que nos configuran

del deseo y el mar
que fluye y desagota

de la pulsión enmascarada

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