para mi tío fabián, quién nunca me va a conocer
a mi tío fabián
le debo muchas palabras
y a pesar de que no se quién es
ni cómo son sus ojos
ni cómo eran sus manos
de si le gustaba correr
o dormir con los brazos abiertos
yo a fabián le debo muchas palabras
porque lo quiero
desde este silencio familiar
desde esta muerte adolescente
de esta sobredosis de palabras
que se lo tragó este silencio
que se lo comió entero
sin dejarle respiro
sin dejarle jugar
un último partido en ferro
soñando con los ojos abiertos
deseando que los demás
abran la boca
y puta madre
que lo lloren un ratito más
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