dejaríamos de cortar los silencios
se podría entonces
ofrecer un espacio
o una birra medio caliente
disculpar los excesos
olvidarse del momento en que los cuerpos
están como en caída libre
y simular una cosa así como un engaño
que en realidad
es un guiño a lo revoltoso
y le da forma
no se podría ser todo el tiempo una chispa
habría que fingir un poco
deslumbrar la charla
y saber el momento exacto
del "hay que desvestirse"
y adivinar
el otro instante
el del vestirnos
y volver a jugar
como los chicos
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