el lago
por lo tanto
los sentimientos son
azules como el agua
volviendo siempre al azul
denso y retrógrado
él es
como neptuno en su extensión
abrazando delicadamente cada ínfima parte de mi centro
desarmándome
amándome
casi violentamente
con una calma
y parsimonia
detestable y atrayente
lo repulso
de una forma inexplicable
cuando me roza
certeramente con sus manos de hambre
rechanzándome
torturándome
con su mirada
carente de compresión
como si no me viese
como si no entendiese
porque sé que entiende
oh
lo entiende
al igual
que yo
que estoy nítida
al borde de su cama
con el rostro pegado
a la almohada
implorando:
amáme
me mira mientras
tuerce la boca
y me besa
como si no me importase
me alejo
y
frente al espejo
me veo
conmovida
el espanto puro
de la perversión
ahora
descifro
su reflejo que
me provoca
regresar
al precipicio
inherente
de su
cuerpo
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