martes

Dicen

“no existe tal
palabra
ni tal susto“
pensé cuando me desperté
no existe tal cuerpo
ni tal sexo
con mi boca
saboreando
el disturbio
no existe tal hambre
ni tal miedo a la muerte
me cruje lo más profundo
de mi cuerpo
no existe el edipo
ni el psicoanálisis
me enamoro
del impedimento
no existen mis ojos
ni la duda
mis uñas están rotas
no existen las bestias
pobladas
de discursos
mi mantra es
la prohibición
no existe la identificación
ni la envidia
existe el latido
y los instintos más
básicos
no existe
esta culpa desnutrida
no existe
tu cuerpo
ni el mío
ni este cuarto
ni esta lluvia
no existe
el amor
me revuelvo
como una pesadilla
arrojo mis manos
en la tierra
y me beso
con espanto
esperando
que alguien
me diga
Algo

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