lo que más siento
debajo de mi cuerpo
este cuerpo que no elegí pero que me tocó
es el acolchado de tu cama suave
de plumas
como el que está en casa
como el que podría haber usado para taparte las orejas
siempre te imagino así
dormido
con los ojos cerrados
con la cabeza tapada de abismos
y todo lo que decís
me hace sentir segura
la amistad
no existe
o existe
pero está erotizada
y mientras me hablás de romperle el corazón a alguien
te miro
entiendo tu casa como el augurio de tu familia feliz
el augurio
más triste que me tocó presenciar alguna vez
alguna vez incluso
peor que la diferencia de edad
y mientras me hablás del amor
mutuo y compartido
de lo mucho que me conocés
de lo mucho que te quiero
de lo mucho que te entiendo
de lo mucho que te conozco
te miro intentando buscar
dentro tuyo esa intimidad que me robaste
mi cuerpo que sigue desnudo
ahí en algún rincón de tu existencia
porque sé que está
porque sé que vuelvo
siempre a tu cuerpo
un devenir constante
no quiero romper esto
ni quiero que dejes de tomar decisiones por mí
voy a seguir reteniendo dentro mío el abrazo que siempre
quiero que dure más
siempre
como esas horas a la madrugada
esas seis de la mañana
donde uno siempre estira esa oscuridad que anuncia el sol
estirar la niebla hasta que me parta en dos
y pueda abrir los ojos
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