martes

confesiones

sólo soy feliz en la espera
sólo soy feliz con un pedazo de pan
soy feliz
siempre y cuando haya un arrepentimiento

aquellas calles de piedra asfaltada dura
se convierten en el escenario
en donde te vi arrasando el dulce engaño de mis piernas
boca que renuncia al cuerpo
que muta en traducción sospechosa

comer todos aquellos cuerpos que no te amaron
ser vagabunda de esquinas y calles
acribillar puertas con dos pinzas en las manos
y que hoy se escuche mi voz
y que no haya intento
y ya no grite despierta en la noche
con una vela verde en la mano
y una cuchara sobre mi boca
¿esto es felicidad?
no hay deseo ni pulsión extravagante
soy como los perros sin miedo
deambulo con los ojos cerrados
la dormida del espanto
rechazo esta confirmación y confrontación de igual modo
no me mires la boca cuando mastico tu culpa
tus ojos de pantera
ojos revelando la cacería de corderos
que deja este amor
mi amor impune
somos solo carne y una inválida respuesta a los estímulos
no hay discurso para el perdón
me callo
me muerdo
me sangro
mi lugar preferido es un cuarto cerrado
es donde los vicios conviven en secreto
con el murmullo de las paredes
mientras mi deseo me habla
del reflejo
quizá la poesía es siempre ese espacio que dejo vacío
o tal vez no
quizá la poesía es
ese espacio en el que nunca quiero vivir
ese que me deja desnuda
y brillante
bajo la luz de una lámpara
una que me ilumina a mí
y no a mi sombra




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